La seguridad y el desempeño de las empresas industriales van de la mano. Esto siempre ha sido así en el mundo de la industria y más aún en la Industria 4.0, donde el entorno de trabajo cambia constantemente y los requisitos aumentan a gran velocidad.
Por eso, la mejora continua implica también el análisis de riesgos (riesgos químicos, riesgos naturales y tecnológicos, riesgos para la salud, riesgos psicosociales, etc.). La mejora continua también se refiere a la tramitación e implementación de un plan de prevención de riesgos de diversa índole que amenazan a las organizaciones y en particular a los puestos de trabajo.
Resulta tan global la necesidad que la política de seguridad generalmente abarca la seguridad contra incendios, la seguridad informática, la seguridad ambiental, la seguridad del sistema industrial, la seguridad de la propiedad, la seguridad del lugar de trabajo y la seguridad de los procesos, principalmente.
Garantizar la seguridad
En las industrias, cualquiera que sea la estrategia de mejora continua que se ponga en marcha y se aplique, incluye un componente esencial, que es el de la seguridad de los empleados y del trabajo (gestión de riesgos laborales y prevención de accidentes y seguridad de los sistemas de información).
Hoy por hoy debería resultar inconcebible que una empresa operara con normalidad y, con mayor razón, quisiera ser eficiente, sin tener en cuenta el riesgo industrial y previniendo los riesgos laborales en los distintos lugares de trabajo. De hecho, toda la cadena de producción puede verse afectada, por ejemplo, por la intrusión de un ciberataque. Por ello, es importante ofrecer soluciones de ciberseguridad para proteger las instalaciones e infraestructuras industriales.
Se puede definir el riesgo industrial como un evento accidental que ocurre en un sitio industrial que causa graves consecuencias inmediatas para el personal, la propiedad y el medio ambiente. Por lo tanto, es importante garantizar la protección individual y colectiva. Cabe señalar que la salud y la seguridad en el trabajo van unidas y han de ser dos prioridades principales para cualquier industria.
Además, el aspecto normativo es categórico. Está prohibido que cualquier operario realice tareas peligrosas sin estar debidamente equipado. Asimismo, la ley define la responsabilidad penal del administrador de la empresa que debe imperativamente poner y aplicar instrucciones de seguridad.
La seguridad industrial de los empleados es crucial
En el sector industrial, esto se refiere principalmente a la seguridad de los operadores y del personal en general (ingeniero de seguridad, gerente de seguridad de TI, gerente de calidad, consultor de seguridad, oficial de seguridad, gerente de proyecto, líder de equipo, etc.). Es innegable que al velar por que el entorno de trabajo esté libre de peligros (caída de objetos, caída del propio operario en su puesto de trabajo, exposición a productos químicos, humos peligrosos o tóxicos, grandes riesgos de electrocución, falta de medidas de seguridad y salud, etc.), se reduce la siniestralidad laboral y, por tanto, el absentismo.
Sin embargo, es de sobra conocido que este absentismo es uno de los peores enemigos del desempeño y un poderoso freno a la mejora continua. Por ello, es importante poner en marcha un enfoque de prevención de riesgos laborales, normas de seguridad y una estrategia de protección del medio ambiente. En consecuencia, los gerentes deben realizar visitas de seguridad, inspecciones, auditorías y análisis de vulnerabilidad de la empresa para evaluar los riesgos y garantizar el cumplimiento de las buenas prácticas.
Por otro lado, no se le puede pedir al trabajador que sea productivo y que se sienta totalmente involucrado en su misión si no se siente seguro en los sitios industriales. Toda empresa industrial debe tener un buen control de los riesgos industriales para evitar enfermedades profesionales o incidentes laborales.
Los procedimientos de digitalización
Especificados por escrito e integrados en la documentación industrial de la empresa, los procedimientos tienen que estar digitalizados en base a una lógica de mejora continua.
La digitalización de los procedimientos, que describen en particular las organizaciones, los métodos de trabajo, los trabajadores, los servicios afectados y las herramientas a implementar, los hace más eficientes al mismo tiempo que contribuye a la protección y seguridad de los empleados, la información y los medios de producción.
Los procedimientos contienen las medidas de seguridad a aplicar en el día a día y en caso de que ocurra alguna incidencia. Digitalizados, son más fáciles de transmitir, actualizar y proteger contra la destrucción o la pérdida, ya sea accidental o causada por una acción maliciosa.
Adaptar las herramientas y la comunicación
Si las instrucciones escritas son importantes e incluso indispensables, los elementos visuales tienen un impacto aún mayor porque favorecen la comprensión al mismo tiempo que despiertan el interés de los agentes implicados.
Enfocadas en la percepción visual, las herramientas de gestión visual están destinadas precisamente a mejorar la comunicación con los distintos actores de la empresa. Podemos tomar el ejemplo muy simple de un panel utilizado para dirigir reuniones periódicas dentro del propio taller y tratar temas esenciales, incluida la seguridad personal y el desempeño. Sesiones cortas pero periódicas, donde se analizan indicadores relevantes y se recuerdan instrucciones para permitir que los equipos mantengan el rumbo con los objetivos establecidos.
La gestión visual enfatiza la simplificación de la información, su legibilidad y su disponibilidad, poniéndola al servicio de la seguridad en particular y de la mejora continua en general.