Casi un tercio de la producción mundial de alimentos se pierde a lo largo de la cadena de suministro. Las pérdidas y el desperdicio de alimentos ascienden a cerca de 700.000 millones de dólares en los países industrializados y 300.000 millones en los países en desarrollo. Todas estas pérdidas en un momento en el que se espera que el planeta supere las 9.000 millones de personas en 2050, lo que significa que habría que aumentar la producción de alimentos por encima del 60 por ciento.
Además, con el aumento de la población las cadenas de suministro de alimentos también se vuelven cada vez más complejas y presentan desafíos para reducir el desperdicio de alimentos y, a su vez, que los alimentos sean de calidad desde el punto de vista nutritivo y que sean seguros. Un reto de dimensiones importantes que se puede conseguir optimizando los procedimientos de procesamiento de alimentos, racionalizando las cadenas de suministro y vinculando a los agricultores directamente con el mercado, principalmente.
La cadena de suministro
Una cadena de suministro agrícola al uso incluye agricultores, proveedores, procesadores, distribuidores y consumidores, entre otros eslabones. El impacto de factores externos en la producción agrícola, como el clima, las plagas y las enfermedades, que son difíciles de predecir y controlar, hace que sea muy complicado cumplir los objetivos establecidos. La falta de trazabilidad en la cadena de suministro agrícola, las transacciones financieras más lentas, el trabajo manual intensivo y otros desafíos, generan preocupación en torno a la eficacia de la cadena de suministro agrícola. Por si fuera poco, pueden existir también falsificaciones en cada etapa de la cadena de suministro y afectar negativamente a todas las partes interesadas, comercial y legalmente.
Una cadena de suministro más resistente a través de lo digital
Estos desafíos se pueden convertir en oportunidades mediante el uso de tecnologías digitales para mejorar la productividad agrícola y la eficiencia de los trabajadores del campo a través de la digitalización de las diversas operaciones de campo y la mejora constante de las prácticas agrícolas basadas en la inteligencia real que proporciona información procesable.
A continuación vamos a ver cómo están ayudando las tecnologías en la gestión de la cadena de suministro.
- Reducir las pérdidas posteriores a la cosecha con Inteligencia Artificial
Alrededor de un tercio de los alimentos producidos se desperdicia a través de las pérdidas posteriores a la cosecha que ocurren a lo largo de la cadena de valor.
Las aplicaciones de IA se utilizan principalmente en la agricultura para predecir el impacto ambiental en los rendimientos de los cultivos, lo que ayuda a los agricultores a tomar decisiones de cosecha más ajustadas. Estas aplicaciones ayudan a desarrollar patrones que pueden usarse para analizar los datos y convertirlos en información útil para los agricultores. Además, las empresas de tecnología agrícola están desarrollando sistemas predictivos que pueden ayudar a predecir las condiciones de almacenamiento y sugerir acciones preventivas contra la pudrición de los productos alimenticios almacenados. En algunos casos en los que la mano de obra es un desafío, se han desarrollado robots y máquinas que pueden ayudar en la cosecha de determinados cultivos para minimizar las pérdidas posteriores a la cosecha.
- Eliminación potencial del fraude y la falsificación
Con la cadena de suministro basada en blockchain, la industria agrícola puede mostrar cómo se trató a un producto desde el campo hasta la estantería de un supermercado con la más estricta observancia a los principios orgánicos. Los consumidores pueden escanear un código QR para verificar por sí mismos la naturaleza orgánica de sus productos.
Además, con un sistema de seguimiento habilitado por blockchain, hay muchas menos posibilidades de que productos fraudulentos o falsificados lleguen y sean puestos a la venta en las tiendas minoristas. Se calcula que los alimentos fraudulentos o falsificados provocan unas pérdidas de unos 40.000 millones de dólares anuales.
Permite a las empresas rastrear las consecuencias ambientales, económicas, sanitarias y sociales de los procesos de producción agrícola, lo que hace que se pueda calcular el coste real de los alimentos. También puede ayudar a satisfacer la creciente demanda de transparencia de los consumidores y puede mejorar los ingresos de los productores, el acceso al mercado y las oportunidades de acceso al capital.
Las grandes marcas que atienden a los consumidores de todo el mundo tienen que vigilar atentamente la cadena de suministro para asegurarse de que ofrecen solo los productos más selectos. La trazabilidad desde el campo a la estantería de la tienda es un factor importante para establecer el origen de un ingrediente alimentario y los consumidores finales la perciben como un punto de referencia de calidad y seguridad alimentaria.
Las herramientas digitales de última generación sirven para rastrear todos los procesos involucrados en el cultivo del producto agrícola y contribuir así a fortalecer todavía más la cadena de suministro y ganarse la confianza y la fidelidad de los consumidores finales.
Blockchain puede brindar transparencia a las transacciones financieras agrícolas, el historial crediticio y los acuerdos financieros para los pequeños agricultores que desean invertir en la agricultura. El acceso compartido y los acuerdos irreversibles permitirán a los pequeños agricultores pagar las materias primas y la maquinaria parcialmente o después de la entrega y garantizarán precios de mercado justos.
Blockchain puede proporcionar una solución eficiente y fiable a la necesidad urgente de rastreabilidad del producto y transparencia de la cadena de suministro. Al registrar información sobre productos en cada etapa de la cadena de suministro agrícola, el blockchain ayuda a eliminar procesos redundantes, garantizar el control de calidad y monitorizar las condiciones de almacenamiento. Las empresas agrícolas ya monitorizan los cultivos con dispositivos inteligentes de IoT, y la aplicación de las DLT reforzarán la tecnología de detección al registrar y verificar todos los datos.
