¿Un sistema MES a medida o uno estándar?

Una de las dudas que suele surgir cada vez que una empresa tiene que realizar una inversión en la implantación o en la renovación de un programa de gestión, tiene que ver con la elección de un software hecho a medida o de uno estándar. Ambas opciones pueden ser válidas pero no por ello resultan igualmente pertinentes.

Y así sucede también con las industrias que deciden dar un paso adelante y apostar por un sistema MES (Management Execution System) para monitorizar y trazar los procesos de producción en una fábrica. Por eso, antes de encaminarse a tomar una decisión acerca de qué MES elegir conviene conocer una serie de factores que sirvan de ayuda para decantarse por una alternativa u otra.

Algunos de los vectores más decisivos que deben considerarse son la facilidad y la eficiencia con la que se va a poder implementar el software, así como las características de la relación a largo plazo que se va a mantener con el proveedor del MES. El proyecto de implementación de un sistema MES tiene muchas aristas y no descansa solamente en el producto en el que se escoja invertir. De ahí que los aspectos que se detallan a continuación sirvan para evaluar la idoneidad del servicio que puede ofrecer un proveedor de un sistema MES.

Gestión de proyectos y ejecución

La implementación de un software tan completo como el MES descansa en gran medida en que el plan del proyecto esté minuciosamente definido, estructurado y ejecutado. Aunque tanto las metodologías como los procesos estandarizados y documentados son relevantes al decantarse por un proveedor u otro, seguramente lo sea más todavía la capacidad que tenga para adaptar esos procesos para cada implantación, que no deja de ser única en el caso de cada industria. De ahí que el máximo responsable del proyecto tiene que ser capaz de completar las tareas necesarias de un modo individualizado, al tiempo que supera los desafíos técnicos según se vayan presentando, siempre de la mano del equipo de la empresa donde se implante el MES. Virtudes como la capacidad de gestión, el conocimiento del sistema y las habilidades técnicas del equipo de profesionales son decisivas para que el objeto de la inversión llegue a buen puerto.

Configurar y personalizar

Algunos sistemas MES son estándar casi al 100% y están previamente configurados como listos para usar, mientras que otros se crean en gran medida desde cero en función del proyecto al que vayan a ir destinados. Más allá del tipo de sistema MES que se escoja, es muy importante que el proveedor sea dinámico, creativo y capaz de diseñar e implementar soluciones a uno requisitos o equipos de fabricación únicos. Para ello, el proveedor debería contar con diseñadores y desarrolladores que tuvieran un conocimiento profundo de cómo y por qué se diseñó el producto. En este sentido, el problema de confiar en sistemas de gestión estandarizados suele residir en que pueden ser terceros o subcontratistas los que se encargan de un proceso tan decisivo como es el de la implantación de un MES.

Formación y certificación

No se debe soslayar que un sistema MES bien implementado puede también fallar si el conjunto de los usuarios no conoce al detalle cómo usar el sistema de manera adecuada y eficiente para realizar sus funciones de trabajo. Lo ideal es que el proveedor de MES cuente con programas formales, planes de estudio y pruebas objetivas para garantizar que los usuarios estén completamente capacitados. Y estos programas y planes deberían estar enfocados a las especificidades de cada implantación, dado que el caso de industria suele ser único. Asimismo, también debería poder ofrecer programas que permitan e incentiven a los usuarios a mantenerse actualizados con sus conocimientos a medida que se agreguen o mejoren nuevas características y funciones.

Auditorías

Cada proveedor se enfrenta a los lógicos requisitos cambiantes de los clientes, la evolución de las condiciones comerciales y a una cierta rotación del personal. Todos estos factores pueden, con el tiempo, afectar a las virtudes que ofrece un sistema MES. Por eso es crucial que un proveedor de MES tenga la disposición de llevar a cabo chequeos ocasionales para comprobar si el sistema continúa estando optimizado. Las auditorías de uso están encaminadas a que el sistema obtenga el ROI máximo tiempo después de que finalizara el proyecto de implementación.

Soporte técnico

La relación con el proveedor de MES no termina cuando finaliza el proyecto de implementación, sino que en los ejercicios posteriores debe ofrecer una asistencia técnica personalizada, las necesarias actualizaciones de software y una adecuada expansión del sistema. Es esencial tener claro de antemano la estructura de soporte del proveedor, el tamaño y la disponibilidad del personal y los tiempos de respuesta a los que se compromete. De igual manera, debe conocerse previamente el modelo de costes y la frecuencia de las correcciones y actualizaciones de software que se van a dar. En este sentido, un sistema MES a medida puede resultar mucho más sencillo de corregir y de actualizar, dado que desde un inicio se ha conformado más pegado a la realidad única de cada planta de producción.

El aspecto económico

Si bien en un inicio un software estándar puede parecer más económico en el corto plazo, la realidad suele dictar lo contrario. Factores como las adecuaciones que precisa un sistema MES a cada caso en concreto, acaban suponiendo un coste mayor con el paso del tiempo. Además, un sistema estándar suele incluir el pago de determinadas licencias incluidas en el mismo que no se utilizan nunca en muchos casos y que encarecen innecesariamente el producto.

 

Share this