Building Management System o BMS es un sistema informático instalado en edificios para gestionar y monitorizar equipos como aire acondicionado, calefacción, ventilación, iluminación, sistemas de energía, sistemas de seguridad y sistemas contra incendios, entre otros.
Las tecnologías de hardware y software del BMS provienen de los años 60 y con el paso del tiempo, la infraestructura de TI del Building Management System fue creciendo orgánicamente y agregando capas de protocolos de comunicación, redes y controles.
Un BMS es fundamental para gestionar la demanda de energía de forma rentable y esencial para todas las nuevas construcciones. Permite a los propietarios y gestores de las instalaciones reducir los costos de energía y brindar un confort óptimo a los usuarios o inquilinos de los inmuebles. Permite la gestión remota de la calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) para que el personal de mantenimiento no tenga que dedicar tiempo a cada edificio para apagar, encender o ajustar los niveles de temperatura o el aire acondicionado, por ejemplo.
Debido a que los datos se consolidan en un solo sistema, un BMS mejora la gestión de informes y la información, lo que conduce a una toma de decisiones informada y de calidad, un mejor rendimiento y una reducción en el uso de energía, lo que permite que se produzca un ahorro de costes.
Los BMS ayudan a los administradores de edificios a comprender cómo funcionan los mismos y les permiten controlar y ajustar los sistemas para optimizar su rendimiento. Además de recopilar datos y facilitar el control, BMS puede ayudar a visualizar datos, generar informes automáticamente y crear alarmas y alertas cuando se exceden los parámetros, ocurren averías o cuando es probable que ocurran.
Los sistemas de gestión de edificios inteligentes reúnen información y control relacionados con varios sistemas diferentes que operan utilizando una gama de aplicaciones de software diferentes y permiten controlarlos desde una única interfaz. Esto hace que la supervisión y el análisis sean más sencillos y completos y permite que la información de un sistema influya en los controles de otro.
La eficacia de BMS va a depender siempre del alcance y la calidad de la información que recibe de los sensores y de la programación de cómo se utiliza esta información. Por ejemplo, la información sobre las condiciones externas e internas se puede utilizar para determinar el nivel de calefacción requerido para que la planta se pueda activar y precalentar una fábrica antes de que lleguen los trabajadores.
Históricamente, BMS se ha asociado con grandes edificios comerciales, sin embargo, a medida que los equipamientos se han vuelto más sencillos de controlar, la monitorización y la detección se han vuelto menos costosos, y la tecnología inalámbrica está más disponible, se han ido instalando sistemas de control cada vez más complejos en edificios de todos los tamaños.
El BMS puede ser de ayuda en aspectos como los siguientes:
-Ofrecer un mejor control de los sistemas y las condiciones.
-Recopilación de datos y generación de informes.
-Incrementar la productividad.
-Permitir una respuesta más detalla a las reclamaciones.
-Hacer posible un uso más específico de los recursos para el reemplazo y mantenimiento de los equipos.
-Una detección temprana de problemas.
-Reducción de costes operativos y emisiones de carbono.
-Mejorar la vida útil de los equipos.
-Favorecer la seguridad.
Los sistemas de gestión de edificios ahora pueden integrarse con modelos de información de edificios (BIM) para permitir que el rendimiento en uso se compare con los criterios y las simulaciones de diseño. Esta circunstancia puede ayudar a identificar problemas potenciales en la operación o el diseño y puede a validar las técnicas de modelado. Los modelos de información de construcción también pueden incluir información sobre el funcionamiento y el mantenimiento de los componentes de la construcción.
Arquitectura del BMS
Un BMS generalmente consta de los siguientes elementos:
Los sensores son dispositivos que recopilan datos en todo el edificio. Estos datos pueden incluir información sobre temperaturas, humedad o incluso ocupación de las estancias.
Son como el cerebro del sistema de automatización de edificios. Con base en los datos recopilados de los sensores del sistema, el controlador decide el mejor curso de acción para mantener el edificio funcionando en consonancia con las preferencias que se decidieron cuando se instaló el BMS.
Una vez que los controladores recopilan los datos y deciden los ajustes que deben realizarse, los dispositivos de salida ejecutan los comandos. Estos pueden incluir relés y activadores.
La interfaz de usuario es la forma en que interactúa con el sistema de automatización del edificio al monitorizar los datos reportados y acceder al BMS para cambiar la configuración si se desea. Por lo general, se puede acceder a él de forma remota a través de un dispositivo móvil, como un teléfono inteligente, tableta u ordenador portátil.
Beneficios de BMS
Una arquitectura de sistema de gestión de edificios bien diseñada puede generar ahorros de energía de hasta un 30%, así como menores requisitos de mantenimiento. Un BMS permite controlar y monitorizar toda la electricidad utilizada para calentar, enfriar e iluminar un edificio y hacer funcionar sus equipos. Con esta información en tiempo real, se tiene la oportunidad de responder rápidamente a los cambios en la demanda de energía.
Además, un BMS puede mejorar la calidad del aire y la comodidad de los empleados, ajustar la humedad y la ventilación, adaptar la iluminación y garantizar el mantenimiento proactivo.
- Seguridad y protección mejoradas del edificio
Un sistema de seguridad del edificio integrado garantizará que los ocupantes del edificio permanezcan seguros y que su estructura, recursos y activos estén bien protegidos. Un sistema BMS permite el control del tráfico en el edificio, la detección de fuego y humo, reducir el riesgo de actividad delictiva y proteger contra el pirateo informático.
- Costes operativos reducidos
Al crearse un entorno optimizado, se incrementa la productividad del personal y se reducen los costes de funcionamiento y mantenimiento de su edificio.