La Industria 4.0 en la automoción

La industria de la automoción fue de las primeras en incorporarse a la Industria 4.0. Pero aun así, alrededor de las tres cuartas partes de las empresas de esta industria tienen que dar todavía este paso, por lo que queda mucho por hacer. La ciberseguridad, la nube o el Big Data, son aspectos que se van imponiendo en una industria que tiene que dar servicio a un usuario que busca mayores prestaciones, destacando entre ellas una mayor conectividad con sus automóviles. El análisis predictivo de Big Data ayuda a determinar la causa específica de los problemas de producción, para que las empresas tomen las medidas oportunas para evitar que vuelvan a suceder. Para los fabricantes de automóviles, es cada vez más decisivo ser predictivo que reactivo. El Big Data permite predecir el comportamiento del cliente, así como a garantizar la gestión de riesgos, la optimización de recursos y la mejora de procesos. Asimismo, sirve de ayuda para comprender las tendencias y tomar las decisiones correctas para evitar pérdidas.

Predicción optimizada

En un ecosistema conectado, es fácil monitorizar cada paso. La analítica de datos en tiempo real favorece la gestión de inventario, la utilización de activos y la reducción del tiempo de inactividad operativo. Los sensores generan datos que indican cuándo y cómo podría fallar el equipo, consiguiéndose así tomar las medidas adecuadas para reducir el tiempo de inactividad. Del mismo modo, los automóviles habilitados para el Internet de las Cosas (IoT) pueden detectar problemas para disminuir las averías. Las compañías de automoción inmersas en la Industria 4.0 cuentan con la capacidad para personalizar vehículos individuales, así como minimizar el tiempo de entrega de esos vehículos, un aspecto clave para las ventas en un mercado de demandas cambiantes de los clientes.

Una revolución en la cadena de suministro

El Internet Industrial de la Cosas (IIoT) se ha convertido en una herramienta fundamental para las empresas de automoción, asegurando una mejor conectividad entre los eslabones de la cadena de suministro. Tanto los proveedores como los fabricantes de equipos originales (OEM) de la industria automotriz logran una mayor agilidad adaptando los estándares cambiantes y respaldando sus decisiones con datos reales. La conectividad entre todas las partes de la cadena de suministro aumenta la eficiencia, un factor decisivo en una industria tan sensible. Además, el análisis de la cadena de suministro permite mejorar la trazabilidad del producto y ayudar a planificar y programar el proceso. Planta de automocion

El futuro ya está aquí

En los últimos años, las empresas más alineadas con la trascendencia de la Industria 4.0 en la automoción están buscando vías para llevar a cabo iniciativas de transformación digital. El fin no es otro que el de impulsar la eficiencia a través de sus procesos de fabricación, invirtiendo sólidamente en soluciones tecnológicas como las fábricas inteligentes, la cobótica, las redes de suministro digital, la Inteligencia Artificial, el mantenimiento predictivo o, incluso, el blockchain. Pero yendo algún paso más allá, las empresas que están trabajando en los vehículos del futuro próximo, han adoptado tecnologías CASE (que responden por sus siglas en ingles a los vehículos conectados, autónomos, compartidos y eléctricos) que probablemente redunde en procesos de fabricación más simple a no mucho tardar. Sin embargo, las soluciones tecnológicas individuales no son una alternativa a una estrategia tecnológica a largo plazo. Resolver desafíos individuales solo cumple parcialmente la propuesta de valor total de la Industria 4.0. Solo cuando estas tecnologías digitales se combinan con un diseño organizacional integrado pueden realmente conducir a una ganancia transformacional.

Los desafíos a afrontar

Los sistemas que sustentan las aplicaciones de la Industria 4.0 son propietarios y pueden presentar desafíos de integración. Los consorcios, las asociaciones industriales y los organismos gubernamentales llevan tiempo trabajando para establecer conjuntos de estándares, en ocasiones entre compañías que son competencia, sin que aún esté claro cuáles prevalecerán. Pero el hecho de no conocer cómo será el paisaje definitivo no es el único obstáculo al que se enfrenta la industria de la automoción. Las empresas de fabricación también enfrentan una escasez de talento para planificar, ejecutar y mantener nuevos sistemas digitales. La cantidad de ingenieros capacitados en el manejo de datos no estructurados y herramientas de Big Data, cruciales para el tipo y la escala de datos generados por gemelos digitales y subprocesos digitales, aumenta gradualmente, pero aún está muy por debajo de la demanda anticipada. Además, el desafío se extiende también a la planta de producción. Se cree que durante los próximos años se va a dar una creciente escasez de trabajadores cualificados que preocupa a esta industria. Algunas empresas de automoción ya cuentan con equipos que trabajan con determinadas nuevas tecnologías y con datos avanzados. Sin embargo, estos esfuerzos a menudo se ven obstaculizados por procedimientos corporativos antiguos. De ahí la importancia de poder aplicar un enfoque correcto para el necesario cambio, y que este pueda aplicarse de manera integral para obtener el máximo valor de las tecnologías digitales. En este apasionante camino que la Industria ha comenzado a transitar, las empresas de la automoción no cuentan con la capacidad global de acometer por sí mismas una transformación de semejante calado. Pero al igual que las grandes compañías han sabido unirse para tratar de encontrar los estándares que marcarán el futuro del diseño y la producción, cada empresa del mundo de la automoción tiene la oportunidad de crecer adecuadamente en la Industria 4.0 de la mano de una empresa consultora especializada. De ahí que la asesoría especializada que ofrecen empresas como HEXA Ingenieros sea hoy en día más pertinente que nunca, en estos tiempos decisivos de cambio.

Cómo puede ser el futuro próximo

Es probable que el cliente del futuro sea cada vez más exigente tecnológicamente y busque algo más allá de una experiencia de usuario tradicional. La industria de la automoción debe actualizar su perspectiva sobre lo que quieren los clientes, ya que de esta manera podría afrontar con mayor exactitud las decisiones críticas para ofrecer nuevos servicios habilitados digitalmente. Incluso podría estimular el desarrollo de innovaciones disruptivas o nuevos modelos comerciales.
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