Aún hoy en día es habitual que cuando una compañía especializada recibe el encargo de un empresa industrial de trazar un plan de puesta al día de sus infraestructuras TI, se encuentren con que los sistemas existentes sean heredados o estén anticuados. Un hecho que está entorpeciendo gravemente que la industria acometa una necesaria transformación digital.
Por eso, cada vez más las empresas industriales se ven en la necesidad de ponerse en manos de consultores especialistas que, según los casos, renueven o migren las aplicaciones que se precisan para cubrir las necesidades actuales de sus negocios.
Porque si bien tecnologías como la nube, la movilidad, el Big Data y el Internet de las Cosas (IoT) ayudan a las empresas en la adopción de la digitalización, las citadas tecnologías todavía dependen en gran medida en la industria de la base de los sistemas core que contienen datos operativos, de ventas y de la cadena de suministro, así como de los procesos. De esta manera, los esfuerzos necesarios para una renovación y puesta al día reales, requieren una transformación del core para, desde allí, construir una base moderna sobre la cual respaldar las tecnologías más nuevas e innovadoras.
En todo caso, la actualización es un imperativo para competir en el mercado digital actual. Un mercado tan enormemente personalizado como activo, en el que los clientes esperan productos y ofertas de servicios que se basen en los rastros digitales que dejan con cada interacción.
A menudo, los requerimientos de modernización y migración de aplicaciones surgen desde las unidades de tecnología y no tanto desde las de negocio, por lo que es preciso señalar determinados aspectos para su mejor entendimiento.
La obsolescencia de los lenguajes y las herramientas
El software destinado a la industria se encuentra en constante transformación. Esto supone que vayan surgiendo nuevas versiones. E implica que van evolucionando sus productos, que acaban dejando a las antiguas versiones sin evolución y sin soporte, un aspecto este último que suele ser crítico, sobre todo en términos de seguridad y optimización.
Simplificación del entorno tecnológico
No significa que haya que prescindir del peso de la tecnología. Las industrias son entornos de producción y trabajo en los que la tecnología tiene cada vez un mayor peso específico. Sin embargo, una planta industrial de 2020 actualizada en cuanto a su arquitectura y sus sistemas, puede no tener mucho que ver con una del año 2010.
Las cadenas de producción y las aplicaciones que hacen posible su funcionamiento requieren una puesta al día cíclica que sirva para revisar los sistemas operativos, los lenguajes y las bases de datos, por citar algunos elementos, que permitan cumplir una doble función fundamentalmente: un incremento de la productividad y una mejor experiencia de usuario por parte de los trabajadores. Para poder llevar a cabo estas simplificaciones de los entornos tecnológicos, habitualmente se precisa de migración de aplicaciones. De ahí, que la labor de consultoría tecnológica en la industria resulte cada vez más decisiva.
Problemas con el rendimiento de alguna aplicación
Cuando existe un problema de rendimiento imputable a una aplicación, se puede optar por actualizarla o por migrarla a otra plataforma donde los recursos sean mayores y más económicos. Decidirse por una opción u otra dependerá de los datos que aporten el análisis previo y la posterior monitorización de seguimiento.
Vistas algunas de las razones por las que la migración de una aplicación puede ser necesaria, no hay que perder de vista que un proceso de migración puede ser complejo. Sin embargo, con una planificación y ejecución adecuadas, es posible lograr una migración sin problemas.
Tres pasos para minimizar los problemas en una migración
Un equipo adecuado
Es clave saber reunir a las personas clave de cada unidad de negocio involucrada en el proyecto de migración. Estas personas ayudarán a informar y apoyar el proyecto a medida que avanza. También es necesario contar con un equipo de expertos técnicos internos para ayudar con la migración en cada fase, incluso si la compañía industrial trabaja con un partner externo.
Explicar bien los porqués del proyecto
Tanto en el caso de la parte gerencial como técnica y operativa de la empresa deben tener muy claro cuáles son las razones del proyecto de migración. Ya sea por ahorros de costes, por una simplificación operativa o porque vaya a reportar una ventaja competitiva en el mercado, no se debe comenzar hasta que todo el mundo esté alineado. Para contar con el convencimiento de los implicados, conviene acordar los objetivos, el presupuesto y el cronograma del proyecto. Y, por último, pero no por ello menos importante, se ha de mantener informado a los participantes ??a medida que avanza el proyecto y en cada una de las fases.
Auditar las aplicaciones
A medida que audita el panorama de las aplicaciones, hay que realizar las correspondientes evaluaciones. Al evaluar cada aplicación, también es fundamental identificar las dependencias, las integraciones y los requisitos técnicos. Asimismo, comprender la arquitectura de la aplicación, las políticas de seguridad y las herramientas y el software que se utilizan para administrar el acceso, el rendimiento y la solución de los problemas. Se deben priorizar las migraciones en función de estos criterios, sin perder de vista las necesidades comerciales y su presupuesto.
Buenas prácticas para la migración de aplicaciones
Hay que mantener claras las metas y los objetivos para todos los involucrados. Establecer y reafirmar el propósito, los beneficios y los resultados finales de la migración ayudará a todos a mantenerse motivados y concentrados.
Conviene minimizar el riesgo. Realizar prácticas de migración en aplicaciones dentro de entornos de prueba permite a los miembros del equipo ganar confianza, identificar problemas potenciales y mostrar resultados.
En ocasiones supone un plus incorporar herramientas de terceros para complementar las capacidades internas. La migración de aplicaciones es un proceso complicado y, cuando no se ejecuta correctamente, puede provocar errores costosos y pérdida de datos. Es inteligente invertir en herramientas y experiencia adicionales para asegurarse que se está adecuadamente preparado.