Cinco tendencias para 2021 en la Industria 4.0

Un año después de que se instalara entre nosotros la pandemia de la Covid-19, somos perfectamente conscientes de que el escenario industrial –al igual que en el resto de sectores– va sufriendo cambios para adaptarse a las nuevas circunstancias. Algunas de ellas quedarán para siempre y otras, seguramente sean coyunturales. De lo que sí se puede hablar, más allá de lo que está provocando la situación sanitaria, es de las tendencias que parece que serán novedad a partir de este 2021 en el ámbito de la Industria 4.0. Por eso, a continuación vamos a ver algunas de las que se prevé que sean protagonistas en los próximos meses.

La nube distribuida

La nube distribuida es aquella en la que los servicios en la nube se distribuyen a diversas ubicaciones físicas, pero cuyas operaciones, gobernanza y evolución continúan siendo responsabilidad del proveedor de la nube pública. Que las empresas industriales tengan más a mano este tipo de servicios, permite reducir la latencia de las operaciones; algo que es cada vez más crucial para la relación de las máquinas con los trabajadores y con otras máquinas. Además, permite reducir el coste de los datos. Por otra parte, permite que las empresas saquen partido a las nubes públicas sin necesidad de administrar una nube privada propia, que es más complicada y cara. El futuro de la nube pasa por la nube distribuida.

Maduración de la conectividad 5G

La Industria 4.0 va a ver un mayor uso de la tecnología 5G de manera exponencial en los próximos tiempos. La utilización de mayores velocidades de manera más habitual repercutirá en aumentos de la productividad en los procesos de fabricación de la fábrica. Tanto las máquinas como los propios trabajadores van a aprovecharse de la creciente presencia de la conectividad 5G de manera muy notoria. Además, la empresas verán incrementada la eficiencia relacionada con el seguimiento, el almacenamiento de datos en la nube y las comunicaciones, entre otros aspectos. Robots con 5G

Mejoras en el diseño de productos

Las nuevas tendencias en visión artificial y realidad virtual van a cambiar la manera en la que se diseñan los productos. La visión artificial dará la posibilidad de cambiar el tipo y las características de los productos antes de que se precisen prototipos. Esta tendencia conllevará que se puedan ahorrar recursos en el diseño y desarrollo de productos.

Menor uso de la energía

Conscientes de la cada vez mayor importancia del medio ambiente en la industria, la utilización de combustibles más limpios para la producción industrial ha sido uno de los cambios más buscados entre los participantes de la Industria 4.0. Además de un alejamiento cada vez mayor del uso de combustibles fósiles, la tendencia creciente pone el acento en reducir la cantidad de energía que se utiliza en las fábricas. Una tendencia importante para 2021 por las diversas implicaciones que tiene y más en estos momentos de crisis pandémica. Para ello, las industrias tienen que monitorizar la cantidad de energía que usan y aportar alternativas para reducirla. Reducir los costes de la electricidad va a pasar a ser una de las tareas principales para muchos de los actores de la Industria 4.0. El exceso de consumo eléctrico provoca un impacto en el medio ambiente y también incrementa sustancialmente los costes de producción industriales.

Consumidores más presentes

La relación creciente entre fabricante y consumidores (en ambos sentidos) está resultando muy beneficioso para la Industria 4.0. La cada vez mayor cantidad y calidad de datos que se manejan y el feedback de las experiencias de los consumidores, están permitiendo enriquecer los procesos productivos. Así, acercarse a los gustos, deseos y necesidades de los consumidores es cada vez más posible, permitiendo una mayor satisfacción en ellos y, por lo tanto, un incremento de las ventas y los ingresos. En 2021 esta relación más transparente y frecuente entre productores y consumidores tiene que suponer también un impacto en la cantidad de recursos utilizados en la producción. Los productos fabricados bajo pedido por los consumidores implicarán un menor desperdicio de recursos y una menor necesidad de espacio en los almacenes, por citar dos aspectos beneficiosos.
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