Cinco errores que no hay que cometer al apostar por la Industria 4.0

La noción de Industria 4.0 surgió por primera vez en 2011 en el Foro Mundial de la Industria en Hannover. Ese proyecto de industria del futuro hacía referencia a una nueva forma de imaginar los medios de producción. La Industria 4.0 se basa en tecnologías como el Internet de las Cosas, la realidad aumentada y la realidad virtual. Este nuevo enfoque innovador permite avanzar hacia una mejor gestión de los recursos industriales y lograr un salto cualitativo real en términos de servicios. En la búsqueda de una transición exitosa a la Industria 4.0, hay que procurar no caer en errores como los que vamos a ver a continuación.

No incluir al trabajador en las discusiones

Uno de los principales avances de la Industria 4.0 es la digitalización de la información. Sin embargo, no debe caerse en el error de creer que estas nuevas tecnologías harán desaparecer las tareas que realiza el ser humano. De hecho, es importante colocar siempre al trabajador en el centro de cualquier proceso de automatización e informatización. Dado que muy a menudo, el trabajador, es el usuario final de un software o una solución, es importante incluirlo en las discusiones. La inteligencia humana es esencial para operar y monitorizar nuevas herramientas de producción, por sofisticadas que sean. Como resultado, al tener en cuenta las especificidades y requerimientos de los trabajadores, esto les permite actualizarse, ubicándolos entre los elementos fundamentales de la estrategia empresarial. Industria 4.0 es también sinónimo de valorar a los empleados mediante la evolución de sus tareas y roles hacia misiones de alto valor agregado.

No permitir que el software, las máquinas y los robots se comuniquen entre sí

En el campo de la industria, la interacción de equipos conectados sin intervención humana se está desarrollando a gran velocidad. En una fábrica inteligente, todos los dispositivos y software deben cooperar. De hecho, es importante que todos los sistemas estén conectados entre sí. La incapacidad para comunicarse puede interferir con el proceso de producción. Tanto como que uno de los desafíos cruciales de la Industria 4.0 es proporcionar fiabilidad, productividad y ahorro de tiempo. Como resultado, esta fábrica 4.0 debe garantizar que su sitio de producción comunique las máquinas con el software y los robots. La idea es hacer que el proceso de trabajo sea más rápido y flexible. Hay que tener en cuenta que la llegada del Internet de las Cosas dio origen a un conjunto de disciplinas como el Machine to Machine (M2M) que reúne diferentes tecnologías de intercambio de información que permiten que las máquinas se comuniquen entre sí sin intervención humana. Trabajador - cobot

No tener metas o problemas específicos que resolver

El concepto de industria del futuro no debe concebirse sin una meta u objetivo específicos. De hecho, antes de invertir grandes sumas en digitalización, la fábrica debe diagnosticar adecuadamente el retorno de la inversión para medir las necesidades reales de una empresa. Por lo tanto, cada industria debe asegurarse de que la transición a la digitalización va a reportar beneficios comerciales reales. El objetivo principal de estos nuevos desarrollos tecnológicos es optimizar la productividad y el volumen de negocios de cualquier industria. Antes de optar por la Industria 4.0, el primer paso a dar por una empresa es realizar una evaluación. Es fundamental analizar adecuadamente todos los aspectos antes de emprender un enfoque de este tipo sin predecir su rentabilidad. El éxito de cualquier conversión a la Industria 4.0 se basa esencialmente en este paso, de lo contrario, podría convertirse rápidamente en una verdadera pérdida de tiempo.

No fomentar la formación de los equipos internamente

Una planta de nueva generación también se basa en la movilización de equipos internos. De hecho, esto permite que dé comienzo la transición a la Industria 4.0. Por lo tanto, es importante capacitar a los empleados para que aumenten sus habilidades. Un empleado, por cualificado que sea, no es capaz de poner todo en su debido lugar. De hecho, afecta a todos los servicios y departamentos y todos deben participar en la gestión del proyecto para que tenga éxito. Por eso, los equipos deben aprender a utilizar las nuevas herramientas y recibir una formación continua en cuanto a calidad y mantenimiento.

 No acompañar el cambio

Cambiar a Industria 4.0 también significa iniciar la transformación digital de la industria, pero con mucha mano izquierda. No se trata de empezar de cero ni borrar todo lo realizado hasta entonces. De hecho, lo que conviene hacer es optimizar lo que ya existe y que estaba bien hecho. Esa transformación puede afectar a todos los aspectos de la empresa industrial. Por tanto, cualquier industria debe adoptar medidas de cambio a su medida y, por supuesto, paso a paso. De hecho, no es fácil llevar a cabo un cambio radical y abrupto en su forma de trabajar. Por eso, debe emprenderse un proceso de transformación de los hábitos de los empleados a largo plazo. Así, se podrá decir que la implementación de una gestión del cambio es capaz de asegurar la buena evolución hacia la Industria 4.0.
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